miércoles, 25 de junio de 2008




Navegando despacito por el rìo Lujan. Estas tardes cortas de invierno, no dan ganas de izar velas, asì que uno sale a motor, tomandose unos mates calientes y despunta el vicio de balancearce al compàs de la olas. Esto de navegar se convierte en una adiccion, el fin de semana que por algùn motivo, ya sea familiar o por mal tiempo, no navego, uno llega a desesperar por estar en el rìo. A-quellos que lo hacen me entienden, Hasta la pròxima. Carlos